Como espectador privilegiado de un espectáculo irrepetible y gratuito, quiero mostrar desde detrás de la cámara mi particular visión del maravilloso entorno que nos rodea y sostiene. Sirva este blog como un pequeño pago a la inmensidad donada y un humilde trabajo por su conservación.


As the privileged spectator of a unique and free performance, I'd like to show, from behind the camera, my particular vision of the wonderful environment that surrounds and sustains us. I hope this blog will serve as a small payment to the great natural gifts and as a humble work toward their conservation.



sábado, 26 de mayo de 2012

Al rojo


         Aunque su temperatura en física es una de las más bajas, el rojo irradia calor. Tan apasionado que se desborda a la vista y se satura de amor, de arrebato y frenesí y de vital energía. Un color para la sangre y para el peligro pero, a su vez, para la calma de una tarde al horizonte.

No hay primaveras sin rojo, sin novias del campo, amapolas. Ni el otoño lo sería sin rojos frutos o sin hojas que, después del amarillo, se desplazan hasta el rojo. Mi atención se clava en ojos rojos, en rojas bayas, en plumas rojas.

          ¿Quien podría apartar su mirada de ese encendido color que atrae  tantos impulsos?  ¡Qué explosión de calidez! ¡Qué fuerza y excitación! ¡Y cuánto será el vigor que con apenas un punto embelesa, provoca y excita!


Campo de amapolas
 
Hojas de liquidámbar en otoño

Nidos artificales de cigüeña

Libélula (Crocothemis erythraea)

Alcornoques descorchados
Atardecer en el embalse de Alange

Colirrojo tizón macho



Petirrojo y frutos de rosal silvestre


Perdiz roja macho


Cerezas en el Valle del Jerte


Madroño, frutos y flores